Consenso para la aceleración del método madre-canguro
(gracias Vanessa Brizuela)
Este consenso fue publicado en The Lancet, y a continuación compartimos el texto completo:
El
21-22 de octubre de 2013 se realizó una reunión con los actores
principales en salud neonatal en Estambul, Turquía para discutir cómo
acelerar la implementación del método mamá-canguro (MMC) a nivel global. Se
requiere un atención focalizada en muertes neonatales, que actualmente
representan un 44% de las muertes en menores de 5 años, para poder
acelerar el progreso hacia el Objetivo del Milenio (ODM) 4 –reducir la
mortalidad infantil en dos tercios- y más allá del ODM. El MMC está
comprobado para reducir la muerte neonatal, pero sólo una proporción muy
pequeña de neonatos que podrían beneficiarse de este cuidado lo están
recibiendo. El consenso en Estambul se realizó para acelerar la
implementación de esta intervención capaz de salvar vidas.
Afirmamos acelerar la adopción del MMC reconociendo que:
· La
prematurez es la principal causa de mortalidad y morbilidad neonatal a
nivel global. Cada año, las complicaciones de la prematurez resultan en
más de un millón de muertes, o el 35% de la mortalidad neonatal total.
· Existe
una solución basada en la evidencia para reducir la mortalidad y
morbilidad del prematuro: MMC, que puede prevenir hasta 450.000 muertes
en prematuros cada año para el 2015 si se logra una cobertura casi
universal.
· La inversión en MMC tiene efectos beneficiales más allá de la sobrevida, incluyendo crecimiento y desarrollo saludable. MMC
supone una serie de prácticas de cuidado para neonatos de bajo peso
–como cuidado piel a piel, promoción de la lactancia materna,
seguimiento luego del alta neonatal. Sumado a eso, el cuidado piel a
piel y la lactancia materna exclusiva son beneficiosos para todos los
recién nacidos y sus madres, y puede ayudar a acelerar aún más la
reducción de muertes neonatales. La implementación global de MMC de
calidad para prematuros no ha estado a la altura de la evidencia sólida y
de larga data por las siguientes razones:
o MMC
es percibido incorrectamente como una práctica para recién nacidos
prematuros de países de bajos ingresos únicamente, y como la segunda
mejor alternativa a la incubadora.
o Muchos
proveedores de salud (en todos los niveles) no saben o no creen en los
beneficios del MMC, y no tienen las habilidades para su implementación
efectiva.
o Las
normas sociales y culturales relacionadas con prácticas de cuidado de
la madre y el recién nacido hacen que la implementación del MMC sea un
desafío.
o Hay
una deficiencia en recursos humanos de salud necesarios para la
implementación del MMC, y el rol de las madres en la comunidad se ha
dejado de lado.
o El MMC no ha sido incluido en la agenda pública y política de muchos países en relación al cuidado del recién nacido.
Hemos arribado a un consenso, basado en la evidencia existente, que el MMC debe ser adoptado y acelerado como atención en salud esencial para recién nacidos prematuros. Hemos definido el éxito
como un aumento y acción sostenida a nivel global y nacional para
lograr una cobertura del 50% en MMC en recién nacidos prematuros para el
año 2020 como parte integral del paquete de Salud reproductiva,
materna, neonatal e infantil (SRMNI), y proponemos el siguiente llamado a la acción para lograr este objetivo:
I. Revisar
las guías de MMC de la OMS y las agendas y políticas de salud de
gobiernos nacionales para definir al MMC como atención esencial para
todos los recién nacidos prematuros.
II. Incorporar MMC de calidad en las políticas, planes y programas de SRMNI y nutrición.
III. Incluir
a asociaciones de profesionales de la salud de países de altos ingresos
para que adopten el MMC como atención esencial para mitigar las
creencias de que el MMC es aplicable únicamente en países de ingresos
bajos.
IV. Trabajar para reducir las barreras locales y culturales en el diseño de las guías, protocolos y educación en MMC.
V. Abogar
junto a las comunidades y las familias para apoyar a las madres en la
práctica del MMC y reducir la existencia de conceptos erróneos y el
estigma asociados al nacimiento prematuro, apego temprano, prácticas
piel a piel, y lactancia materna.
VI. Mejorar
la implementación profesional del MMC al trabajar con asociaciones de
profesionales, ministerios de salud, líderes comunitarios, que pueden
trabajar con proveedores de salud en reducir las barreras relacionadas
con recurso humano, habilidades, y normas culturales.
VII. Desarrollar
una narrativa unificada en abogacía que normalice cultural y
médicamente el MMC, con mensajes que puedan ser adaptados a diferentes
contextos.
VIII. Medir el progreso en base a nuestra definición de éxito, usando métricas e indicadores sólidos.
IX. Investigar,
para entender mejor el tiempo óptimo, duración y condiciones para MMC,
su impacto en el desarrollo y sobrevida de manera segmentada.
Traducción: Vanessa Brizuela.